martes, 19 de agosto de 2014

Cosas que no decir un martes.

Me he dado cuenta de algo muy sencillo y bastante complicado a la vez, mi obsesión con las ventanas y las ganas de huir bailan juntas cuando tengo miedo.
A veces hacemos fáciles las cosas que son terriblemente complicadas y nos cuesta horrores decir verdades por miedo a hacer real algo,tangible, mundano, manchado de esa realidad que deja un sabor de boca tan asqueroso que distorsiona los recuerdos.
Es injusto que nadie nos diga que todas las cosas malas que nos van a pasar en la vida las vamos a recordar mejor que las buenas, deberían prepararnos para esto, deberían decirnos que la vida es una mierda, que nos rodeemos de gente agradable y que nos haga sentir llenos o al menos que nos hagan sentir....
Yo hoy he aprendido 3 cosas, que se puede querer hasta el dolor, que mi pasado me anula y debo hacer las paces con él y que escribir todo lo que no puedes decir es bueno cuando tú misma eres un daño colateral.
Buena suerte pequeña, creo que esta vez la vas a necesitar.

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